Venir a Milán

La ciudad que encontraréis no es Roma, Venecia o Florencia, es Milán y no es fácil como ciudad. Es gris, gris y gris. Para entrar en un grupo social de italianos, ir a clase o para poder trabajar tendréis que aprender bien el idioma (aunque les encanta escuchar nuestro acento y alguna que otra palabrita española).

 

Milán es como una telaraña en la que uno se pierde en seguida, pero en la que también es fácil volver a encontrar tu camino u otro alternativo. A la vez se descubren lugares insólitos; la ciudad es magnífica, tenéis que ser curiosos para poder conocerla, meteros en los atrios de las casas, en calles estrechas, explorar nuevas zonas... descubriréis lugares de una belleza extraordinaria que poco a poco os cautivará.

 

¿Qué te trae por Milán?